Baterías redox para mejorar la integración de energía de fuentes renovables
IK4-TEKNIKER está desarrollando, en colaboración con la empresa ZIGOR, baterías de flujo redox que almacenan energía mediante un proceso químico entre dos electrolitos líquidos separados. Esta nueva generación de baterías eficientes y de elevada vida útil, constituye una solución para acumular la energía producida mediante fuentes renovables, uno de los grandes retos a los que se enfrenta el campo del almacenamiento energético.
La integración eficiente de las energías renovables, en general no gestionables en el sistema eléctrico, pasa por la incorporación de una tecnología que permita el almacenamiento del excedente que estas fuentes son capaces de generar en función del recurso disponible (viento, sol, olas…). Si la demanda de energía por el sistema eléctrico es inferior a esta capacidad de generación renovable y no existe almacenamiento, el excedente de energía se pierde.
Las baterías de flujo redox se han convertido en una tecnología muy competitiva para el almacenamiento masivo de energía que demanda el mercado de las energías renovables. Permiten flexibilizar las necesidades de potencia y energía de forma independiente en función de la capacidad de generación renovable y aportan una vida útil en número de ciclos superior a otras tecnologías de baterías, lo que las hace especialmente adecuadas para su aplicación a la integración de renovables.
Tecnología propia
IK4-TEKNIKER y la empresa ZIGOR están desarrollando una primera generación de baterías de flujo redox de tecnología propia de media potencia, adecuadas para su aplicación no sólo a la integración de energías renovables sino en la generación distribuida de energía.
Estas entidades pretenden mejorar el diseño de la batería de flujo:
- Optimización de las estrategias de operación para maximizar la eficiencia y el coste por kWh;
- Diseño y desarrollo de un proceso de fabricación (en especial de componentes críticos como marcos), para que el montaje garantice la estanqueidad del conjunto y favorezca su construcción en concepto modular y que su mantenimiento resulte sencillo;
- Desarrollo e integración de una batería de flujo con electrónica de potencia y control y elementos auxiliares que permitan configurar un módulo energético adecuado para su aplicación en la integración de energía distribuida;
- Y, por último, la construcción y comercialización de una batería de flujo modular para su escalado en potencia de modo que resulte más sencilla su incorporación en el mercado.
Tal y como afirma Maddi Sánchez, responsable de este proyecto en IK4-TEKNIKER, "las baterías de flujo redox ofrecen una solución, con el potencial necesario para almacenar energía proveniente de fuentes renovables de manera eficiente. Esta tecnología ofrece un tiempo de vida virtualmente infinito en cuanto a número de ciclos y una mayor profundidad de descarga, y nuestros sistemas destacan por la flexibilidad de su diseño, que les permite adaptarse a aplicaciones que exijan tanto una potencia elevada como una alta capacidad de almacenamiento de electricidad". "Estas cualidades", destaca, "las convierte en un candidato idóneo para responder a la demanda del mercado de las renovables".