Redes de sensores
Las redes de sensores son dispositivos autónomos que trabajan de manera colaborativa para recolectar información del ambiente o de un entorno específico. Cada elemento de la red es relativamente barato y normalmente se comunica de manera inalámbrica, ofreciendo un sistema flexible y fácil de instalar en grandes cantidades.
Las redes de sensores Inalámbricas (WSN, del inglés Wireless Sensor Networks) están formadas por dispositivos autónomos, distribuidos a lo largo de un área de interés y cuyo objetivo es monitorizar parámetros físicos o ambientales tales como temperatura, sonido, vibraciones, presión, movimiento o agentes contaminantes. Se considera una de las tecnologías clave para implementar el Internet de las cosas (IoT).
Los dispositivos trabajan de manera colaborativa para recoger los datos y enviarlos a un colector central, eligiendo la ruta de comunicaciones optima (de dispositivo a dispositivo) a través de la red hasta llegar a su destino. Las redes de sensores son a menudo bidireccionales, permitiendo configurar los dispositivos, enviar comandos, o actuar sobre el ambiente. En este último caso, se les conoce como WSAN (del inglés Wireless Sensors and Actuator Networks).
Una de las características más interesantes de las Redes de Sensores es su bajo consumo ya que dota a los dispositivos de una gran autonomía (típicamente de 5 a 10 años). Esto permite que los sensores se desplieguen en localizaciones poco accesibles o incluso integrados dentro de estructuras. Si además, añadimos tecnologías de energy harvesting (recolección de energía del ambiente), la autonomía del dispositivo puede ser infinita.
Sin embargo, una de las mayores barreras de las redes de sensores es que son difíciles de desplegar y gestionar. En TEKNIKER, hemos definido la filosofía Plug&Play&Forget que permite la gestión de redes de sensores por usuarios no expertos.