Sensores auto recargables para mejorar la eficiencia energética de los coches
Tekniker coordina el proyecto europeo SUINK para desarrollar soluciones ecológicas innovadoras de suministro de energía a sensores para el sector de la automoción.
Un coche moderno está equipado con más de 60 sensores para controlar aspectos como la temperatura, la presión del aceite, los niveles de emisiones o la velocidad. Se prevé que esta cifra aumente a medida que se popularicen los vehículos eléctricos. Este tipo de sensores deben conectarse a una fuente de alimentación mediante cables y conectores, lo que añade un peso no deseado y disminuye la fiabilidad general del vehículo.
El proyecto europeo SUINK, que coordina Tekniker, tiene como objetivo diseñar y desarrollar sistemas de alimentación de autocarga sostenibles, flexibles e imprimibles, capaces de suministrar energía a una amplia gama de sensores para el sector de la automoción.
El proyecto ha arrancado el 15 de septiembre de 2022 en la sede de Tekniker en Eibar, con una duración prevista de cuatro años. Un total de once socios de cinco países europeos participan en esta iniciativa financiada por el programa Horizonte Europa.
Fuentes de energía
Los innovadores sistemas de energía que desarrollará el proyecto SUINK se apoyarán en elementos sostenibles. Se basará en la combinación de tintas conductoras, dieléctricas y piezoeléctricas de base biológica que se aplicarán mediante inkjet printing sobre superficies flexibles reciclables.
Esta tecnología innovadora se aplicará para producir sensores de temperatura, humedad y tensión aprovechando las vibraciones del vehículo en movimiento como fuente de energía.
Otras aplicaciones incluirán el desarrollo de un nuevo material textil reciclable que aproveche la energía y se utilice en los interiores de los vehículos.
Al reducir el peso de los componentes, el proyecto SUINK contribuirá a aumentar la productividad y la eficiencia energética de la industria del automóvil, con un enfoque de economía totalmente circular. Desde el diseño hasta el final de la vida útil de los productos, con nuevos protocolos de reciclabilidad y reutilización.